miércoles, 31 de julio de 2013

El segundo no es lo mismo

Las dos rayitas fueron ya hace 15 días. Todavía no vi al obstetra pero está todo fríamente calculado. Hoy miércoles se cumplen las siete semanas, mañana jueves hacemos ecografía y después directo al obstetra. Todo cronometrado: 11.30 la eco, 12.15, doc. Di quinientas vueltas con los turnos, para que todo cerrara, Diego pudiera venir, Vicente estuviera en el jardín, etc., etc., etc.
Pero bueno, parece que después de 4 años, todavía no aprendí que los niños (afuera o adentro) son capaces de cambiar cualquier tipo de plan por más sesudamente organizado que este haya sido.
Miércoles. Tres de la tarde. Suena mi celular y veo número de mi padre. Cosa extraña. Atiendo. "Te quería avisar rápido para que te organices porque mamá está eferma, con fiebre, descompuesta, etc." Mamá era la encargada de retirar al niño el día jueves y quedarse con él toda la tarde, hasta la hora de música. Papá en general también participa pero después del laburo. Además, estando mi vieja así, alguien iba a tener que quedarse con ella.
Y ahora, ¿quién lo busca?, ¿quién se queda?. Mensajes variados a hermanas, sra. que lo cuida el resto de los días, clínica para ver si hay alguna posibilidad de cambiar el turno. Nada.
Voy sola a la eco, voy sola al obstetra. Total ya sabemos más o menos lo que nos va a decir. Esta eco todavía no se ve nada y bueno, alguien tiene que buscar a Vicente.
Obvio que este era el horario que peor me quedaba en toda la semana y que sólo lo saqué para que pudiéramos ir juntos.
Ya te dije yo. El segundo no es lo mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario