martes, 8 de abril de 2014

Madrastras ¿eran las de antes?

Aunque suene un tanto desagradable hay que aceptar el título y llevarlo con honor. Soy madrastra de dos hijastros.
Y si bien ser madrastra no implica convidar a los pibes manzanas envenenadas, hacerles limpiar el living lleno de cenizas, ni abandonarlos en medio del bosque, también es verdad que el rol implica grandes desafíos, algún que otro conflicto, momentos de felicidad y otros de hastío y unas cuántas cosas más. Casi, casi, como ser mamá.

Comparto una nota del diario El Día de La Plata sobre las "madrastras con onda" (¿?) en la que di mi madrasteril opinión

http://www.eldia.com.ar/edis/20140405/Madrastras-onda-informaciongeneral1.htm