domingo, 4 de noviembre de 2012

Se viene, se viene...historias de ensambles

Me gusta el título. Familias ensambladas. Me gusta más que el de familias reconstituidas, nuevas familias o familias afines.
El ensamble tiene lo suyo. El que más me gusta es el musical: "dos o más personas que a través de sus instrumentos musicales o de la voz transmiten una interpretación propia de obras musicales pertenecientes a diversos géneros y estilos".
Me parece que la definición de wikipedia nos cabe a casi todas las familias en realidad, pero sobre todo a las ensambladas que según las últimas estadísticas, somos más de medio millón.
Y está bueno eso de pensarnos como ensamble, como unión de personas distintas que con voces e instrumentos diferentes arman nuevas composiciones en multiplicidad de estilos, formas, etc.
Lejos ya de aquel modelo  que representaba la comedia ochentosa de Rodolfo Bebán y Silvia Montanari -se ve que yo tenía el gen del ensamble, porque mirá que andar siguiendo esa comedia...-, en la que dos viudos con hijos ya grandes -3 mujeres uno y 3 varones la otra- se enamoraban y arrancaban una nueva historia; las múltiples y diversas historias de ensamble de nuestros tiempos, no suelen tener origen en la viudez, sino casi siempre en el divorcio o separación de uno o los dos miembros de la nueva pareja.
Ni tampoco el modelo de "Los tuyos y los míos" -así se llamaba esa serie- con hijos de ambos lados, es el único o el más extendido.
Para ensambles hay de todos lo gustos y colores, de todos los géneros y estilos. Solteros/as que se unen a separados con hijos y tiene además, hijos en común; separados con hijos que se juntan para no tener más hijo; otros que una vez ensamblados siguen procreando, viudos y viudas, con o sin hijos, solteras/os que se juntan con doblemente separados y que suman hijos de cada una de sus separaciones. Pero además, separados recientes, separados hace años y con hijos grandes, separados con hijos chiquitos, separados...y todos vueltos a juntar.
Del medio de millón de familias ensambladas que señalan las estadísticas, un alto porcentaje está cerca mío. No sé si es que los ensamblados nos amontonamos o si los círculos en los que me muevo tienen "altas tendencias genéticas de ensamble" pero lo cierto es que entre mis amigos, familiares, compañeros de trabajo y amigos de amigos tengo cientos y cientos de ensambles diversos con historias tan disímiles como parecidas.
No se asusten amigas que este anecdotario las dejará en el anonimato, pero sus historias, las compartidas en almuerzos de trabajo, en charlas casuales, en profundos debates sobre los pro y los contra, etc. etc. etc., serán parte de este espacio. No se preocupen. Empiezo por mí.

2 comentarios:

  1. Pefecto el patchwork como metáfora textil del ensamblaje! Ya alimentaré el anecdotario con mis propios cuadraditos de colores.

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  2. Dale, ahora vamos por el libro. Ya está decidido

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