Finalmente se cumplieron las doce semanas y llegó el momento
de anunciar públicamente la gran noticia. Sobre todo porque ya podíamos
contárselo a los chicos. Esa era nuestra ingenua decisión.
Sin embargo, dos días antes del día D, Vicente decidió marcar la cancha. Volvió al jardín después de las vacaciones de invierno y cuando todos contaban sus novedades, él se paró y dijo "mi novedad es que voy a tener un hermanito y se va a llamar Juancito". Aplausos, besos y felicitaciones de maestras, celadoras y directora. Todos contentos. Aunque lo cierto era que nosotros no le habíamos contado nada aún.
Sin embargo, dos días antes del día D, Vicente decidió marcar la cancha. Volvió al jardín después de las vacaciones de invierno y cuando todos contaban sus novedades, él se paró y dijo "mi novedad es que voy a tener un hermanito y se va a llamar Juancito". Aplausos, besos y felicitaciones de maestras, celadoras y directora. Todos contentos. Aunque lo cierto era que nosotros no le habíamos contado nada aún.
Decidimos cortar el relato esquizofrénico y legalizar la noticia con los tres hermanos, aunque que faltaran unos días para las ansiadas "12".
Cada uno tiró sus apuestas de sexo, nombres, lugar que ocuparía en la casa y otras yerbas.
Pero
la posta la mandó Toto, el hermano del medio, que con su sonrisa con
ventanita y señalando el lugar vacío de la mesa rectangular dijo: "ahora
vamos a completar la mesa".
Qué lindo Vale! Me emociona leer sobre el amor de los hermanitos a la criatura creciente! Felicitaciones!
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